Gozón busca fondos para crear un ecomuseo con 100.000 euros anuales de gasto

80.225 se irían en pagar cinco sueldos

Marzo 2014 / Gozón

PAULA FERNÁNDEZ (Luanco)

El Ayuntamiento de Gozón retoma la idea de crear un ecomuseo en Luanco. El proyecto lleva dos años elaborado, pero la ejecución va lenta por falta de fondos. Los paneles sobre el pasado marinero de la villa son la primera actuación en este sentido. El resto de equipamientos no se han desarrollado hasta el momento debido a la finación que requeriría su construcción. El Consistorio contempló solicitar ayudas a la Asociación para el Desarrollo Integrado del Cabo Peñas (Adicap), al Principado y a varias entidades bancarias que apuestan por proyectos medioambientales. «Vamos paso a paso, según salgan las subvenciones de la Unión Europea de los Fondos de la Pesca», añade Víctor Cuervo Rodríguez, responsable del servicio de Formación, Empleo y Desarrollo Local del Ayuntamiento de Gozón.

También influye que la ubicación está en el aire debido al último temporal. «Habíamos pensado en que fuera en el puerto antiguo de Luanco, porque con el nuevo, acabará sin uso. Sería una forma de ensalzar el muelle de siempre, que está en el epicentro del casco histórico», añade Cuervo.

La instalación será un híbrido entre el Museo Marítimo y el Centro de Interpretación del Medio Marino del Cabo Peñas, pero con actividades novedosas dedicadas a los escolares y al aire libre. Además, creará cinco puestos de trabajo que serían el de director, tres monitores de tiempo libre (uno a jornada completa y dos a media) y un responsable de la tienda y la recepción del inmueble.

El coste de construcción del ecomuseo no se contempla en el proyecto que habla de su viabilidad, pero sí otros conceptos, como los gastos corrientes, que supondrán 97.705,93 euros anuales (80.225,93 se irían en sueldos). Este montante se sufragaría, en parte, con la recaudación de las entradas (a dos euros), de la tienda del centro y de diferentes actividades de ocio, que sumaría un total de 52.880. El balance quedaría en un negativo de 44.826 euros.

De realizarse algún día, el ecomuseo albergará varias salas temáticas en las que se desarrollarán actividades en torno a la pesca artesanal y la acuicultura. El Aula de Pesca será un habitáculo en forma cilíndrica que emulará el interior de un barco. Allí se harán proyecciones en tres dimensiones y con sistemas de sonido envolvente, como desvela el proyecto. El Taller de Pesca tendrá carácter eminentemente práctico, por ejemplo, con clases de confección de aparejos de pesca, la elaboración de embarcaciones a escala y de cuadros de nudos marineros. También dispondrá de un laboratorio destinado a la docencia.

La sala más novedosa, denominada en el proyecto «Área de Acuicultura o Granja Marina», se situará en el centro del ecomuseo, donde habrá cuatro viveros con crustáceos, moluscos, peces, medusas y algas del Cabo Peñas y del Mar Cantábrico. Los visitantes podrán manipular y contemplar estas especies. Otro espacio se destinará como Taller de Cocina, donde se prepararán platos marineros, como conservas artesanales o repostería. Habrá una sala comedor para degustarlos. Este local servirá para acoger reuniones de grupos o cumpleaños, entre otros eventos. La gastronomía estará también presente en la tienda, donde tienen pensado vender productos artesanales y souvenirs.

El edificio servirá, además, para dar formación relacionada con oficios de la mar. Contará, en principio, con equipamiento suficiente para impartir cursos de mariscador, percebero, recolector de apnea y submarino, director y gestor de actividades pesqueras, pescador de bajura y redera.

EL MUELLE TIENE 60 BARCOS EN LISTA DE ESPERA

La falta de presupuesto ha llevado a que el muelle nuevo de Luanco esté con plena ocupación y haya «más de 60 embarcaciones» en lista de espera, como asegura José Secades, presidente del Club Marítimo. Los pantalanes resguardan a 30 barcos de profesionales y 190 de pesca deportiva o veleros. En total, «210 amarres están ocupados y faltan por colocar hasta los 500 que se contemplaban en el proyecto de construcción del puerto», añade. El problema principal es que «tienen que dragar en piedra y eso supondría un coste de unos tres millones de euros», comenta.

El interés que despertó el muelle luanquín no tiene equiparación con el de otros puertos más importantes como el deportivo de Gijón o el de Avilés, donde «sobran plazas», apostilla Secades. El presidente del Club Marítimo considera primordial la habilitación de más pantalanes. «Sería un revulsivo para el sector turístico», dice.

Esta es una de las peticiones que asiduamente realiza al Principado. Ocurre más de lo mismo con la colocación de una gasolinera y una grúa en la explanada, dotaciones portuarias que están a la espera de una partida presupuestaria.