Número 112. Setiembre 2014

Diego Braña y Mateo Álvarez muestran su banderola para animar al Marino. (P. FERNÁNDEZ)

La mar de sentimiento en una peña

Nace Corazón Azulón, un grupo formado eminentemente por la cantera

Setiembre 2014 / Deportes

PAULA FERNÁNDEZ (Luanco)

La mar de sentimiento en una peña. Nace «Corazón Azulón». Un grupo de niños que están dentro de la cantera del Marino (alevines e infantiles, eminentemente), crearon un círculo de amigos para animar en los partidos que el Marino dispute en casa. Los precursores de esta idea, Diego Braña López y Mateo Álvarez Carrera, tienen apenas 11 años pero la edad no está reñida con el cariño hacia los colores de su equipo. Y es que llevan el amor por el fútbol de Luanco casi desde la cuna, ya que empezaron en las categorías inferiores del club con cuatro años.

La idea surgió la temporada pasada «en plan broma porque veíamos que estábamos solo nosotros animando en el campo. Va poquísima gente a ver al Marino y queremos que suban muchos, cuantos más, mejor», espera Braña López. Luego fue tomando forma a principios de verano, cuando decidieron el nombre «porque rimaba y por el azul de la camiseta del Marino», explica Álvarez Carrera. Incluso improvisaron una pancarta en papel para uno de los últimos partidos de la temporada pasada. «Queremos comprar una de plástico para que dure, pero necesitamos dinero», dicen. También pretenden adquirir indumentaria propia como bufandas o camisetas con el nombre de la peña.

Ahora, están en pleno proceso de captación de socios entre las filas de la cantera del equipo, y ya han decidido las tarifas para entrar en la peña «Corazón Azulón». «Hay que pagar cinco euros por la inscripción, que vale para todo el año, y otros cinco anuales las siguientes temporadas», explican. Comenzarán por sus propios compañeros de equipo, aunque saben que «algunos no van a Miramar porque son de Bañugues, Verdicio o Candás».

«Corazón Azulón» prevé organizar desplazamientos para animar al Marino por otros campos de fútbol asturianos. Para financiar estos viajes «habrá que poner algo más de dinero para coger las entradas», avanzan. En Miramar, por contra, entran gratis al jugar en los equipos inferiores. Por ahora, descartan viajar lejos. «El problema es que no podemos alquilar un bus porque somos pequeños y hay poca gente», argumentan.

El coreano Yeo Bong Hun, recientemente cedido al Marino por el Alcorcón, es el jugador favorito de los precusores de la peña. Los dos niños, que comparten la presidencia de «Corazón Azulón», apuestan por el nuevo fichaje porque les transmite buenas sensaciones. «Jugando al FIFA, elegí a un equipo coreano y uno de los jugadores marcó cinco goles. Cuando nos enteramos de que venía un coreano al Marino, nos encantó».