Descarga la portada en .pdf >> Número 130. Marzo 2016

La vigilancia de la Ciudad de Vacaciones ve difícil controlar la entrada a los chalés

Desconocidos rompieron la puerta de varias casas de la calle Langreo y dejaron restos de bebida • Los vecinos se quejan del cierre de los baños

Marzo 2016 / Carreño

PAULA FERNÁNDEZ (Perlora)

El servicio de vigilancia de la Ciudad de Vacaciones, que se volvió a adjudicar en setiembre a Alcor Seguridad, ve difícil impedir la entrada ilegal a los chalés. Jorge Cuesta, el presidente de Avispa (Asociación de Vigilantes de Seguridad Privada de Asturias), indicó que «no pueden controlarlo todo porque hay un solo vigilante para todo el recinto». El personal de Alcor trabaja en turnos de 12 horas, desde las ocho de la mañana a las ocho de la tarde y de esa hora hasta empezar la siguiente guardia.

Cuesta subrayó que el Principado solo refuerza el servicio de vigilancia con dos personas por turno los meses de julio y agosto, cuando el recinto vacacional se convierte en un hervidero de turistas en busca de la playa o de un día de asueto lejos de los bullicios de otros puntos de Asturias. Esto ocurre desde que Alcor se hace cargo del servicio, ya que el presidente de Avispa reconoció que hace cinco años eran dos personas por turno durante todo el año. Una estaba en la garita de la entrada y la otra hacía rondas en coche por todo el complejo vacacional, hoy abandonado.

A pesar del refuerzo del verano, el personal parece insuficiente, ya que en este tiempo es cuando se incrementa la ocupación temporal de los chalés.

Cuesta reconoció que en la pasada temporada estival entraron en algunos de ellos. Lo atribuye a «gamberradas puntuales», aunque esos hechos pueden llegar a tomar un cariz más serio. Un ejemplo de esta situación está en la calle Langreo, donde desconocidos rompieron la puerta de varias casas pareadas y dejaron en una de ellas restos de bebida. Uno de los vasos aún tenía líquido en su interior.

El hecho de que la Ciudad de Vacaciones solo disponga de un vigilante por turno durante 10 meses al año puede que también haya influido en la proliferación de pintadas en varias casas. A la escasa vigilancia en la Ciudad de Vacaciones se suma que, desde hace varias semanas, los servicios públicos están cerrados.

Muchos asiduos a pasear o hacer deporte en el recinto vacacional no pueden hacer uso de los baños. El tema salió a colación en uno de los últimos plenos del Ayuntamiento. La pregunta del portavoz del Partido Popular, José Ramón Fernández Gutiérrez, sobre cuál era el problema no recibió respuesta por parte de la alcaldesa, Amelia Fernández. Además, por las mañanas de invierno, el recinto carece de iluminación suficiente, algo que demandan sobre todo los que usan el complejo vacacional como lugar donde ponerse en forma antes de que amanezca.