Setiembre 2017 / El Espigón

LORENA VENTURA (Luanco)

¿Un lugar para perderse en la Comarca? David Bustamante se debatió entre el ejercicio y la gastronomía, pero finalmente optó por la vida sana. Al menos eso fue lo que remarcó a EL FARO poco después de su concierto en el Festival Luanco al Mar el 13 de agosto en el marco del tour «Amor de los dos». «Ponlo, ponlo. Ahí tengo muy buenos amigos y allí entrenó», destacó. Así se refirió con cariño a su compañeros de entrenamientos del Asturkon Gym.

Precisamente, el propietario del gimnasio, Luis Ramiro González Arroyo, estaba esperando al cantante cántabro entre bambalinas. «Lo quiere mucho la gente porque ye muy sencillo y llano. Es uno más. Me sorprendió verlo aquí de concierto, porque para mí es como un colega», subrayó el deportista. 

Además de la referencia candasina, Bustamante arrancó el concierto con un guiño a Luanco. «Tengo que ir a probar las hamburguesas de Monty (local instalado en la plaza del Cristal desde los años 80). A ver si diciéndolo así, me sale alguna gratis», dijo. Luego aclaró a este periódico que sabía de tan sencillo (y rico) manjar gracias a la mujer con la que ha compartido su vida 12 años. «Siempre Paula (Echevarría) me contaba que todos venían a Monty, a Monty, a Monty… Pero no las he probado», confesó. Personas cercanas a la familia explicaron que más que una hamburguesa, tras el concierto, lo que habían encargado fue sushi al restaurante Campanal de Nembro.

El cantante no entiende la piquilla entre dos villas marineras casi hermanas. ¿No se ganó una regañina por actuar en Luanco y no en Candás? «No, no soy de aquí. Tengo amigos en todos los lados, aunque mi hija tiene sangre candasina», explicó el artista con su naturalidad característica. Ya se había encargado previamente de dejar claro su lugar de procedencia cuando, durante su actuación, bromeó sobre la humedad del norte. «Me lo vas a contar a mí, a ver si voy a ser yo de Madrid. ¿He dicho alguna vez que soy de San Vicente de la Barquera?», preguntó para acto seguido empezar a cantar el himno de su localidad de origen. Así que ni Candás, ni Luanco. «San Vicente de la Barquera… más bonita que ninguna de las villas marineras», entonó.

POCO CONCURRIDO

El concierto del cántabro fue uno de los menos concurridos del festival Luanco al Mar, pero poco importó, ya que no solo estuvo arropado por un público fiel y entregado, sino también por Paula Echevarría y su hija Daniela. A esta última y a sus sobrinas, que también acudieron a animarle, le dedicó la canción «Feliz». La familia apenas se dejó ver durante la actuación. No vieron el concierto desde la zona vip. Optaron por un lugar menos visible a los ojos indiscretos de un grupo de paparazzis que estaban agazapados entre los matos de Balbín. El más visible «in situ» fue el padre de la actriz, que de vez en cuando se asomó a ver al público. Una vez más, la artista candasina dejó constancia de su presencia a través de instagram. En dicha red social colgó dos vídeos de la actuación de Bustamante, uno del tema «Lo pide el alma».

Bustamante, en el backstage. (SONIA MUÑIZ)

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