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Descarga la portada en .pdf >> Número 176. Enero 2020

La guerra a las casetas

ilegales llega a Bañugues

El Ayuntamiento de Gozón transmite a varios vecinos de la parroquia

la orden de derribar las construcciones levantadas sin permiso

04/01/2020 / Gozón

PEDRO PASCUAL (Bañugues)

Varios vecinos de la parroquia de Bañugues recibieron el pasado mes comunicación del Ayuntamiento de Gozón instándoles al derribo de casetas de aperos y edificaciones levantadas supuestamente de forma irregular. Las construcciones que el Consistorio persigue en este nuevo episodio de su batalla contra este tipo de edificaciones son en muchos casos utilizadas como «fines de semana» y están ubicadas en su mayoría en la zona más próxima a la playa.

«No va a haber flexibilidad con las casas de aperos que se convierten en viviendas. Hay que derribarlas», aseguraba el regidor, Jorge Suárez García, en declaraciones a EL FARO en 2016. Entonces, el alcalde solicitaba la colaboración de los vecinos para denunciar la presencia de casetas ilegales y evitar su proliferación.

«TOLERANCIA CERO»

Con esta medida, el Consistorio evita que los prefabricados se multipliquen, como ocurrió en otras épocas. Se trata de que no vuelva a suceder. La «tolerancia cero» contra las construcciones fuera de ordenación que anunció el alcalde comenzó en 2017 por la parroquia de Cardo, donde se abrió expediente a varias casetas ilegales.

En aquella ocasión, como ahora en Bañugues, el procedimiento se inició de oficio, sin que mediara denuncia de los vecinos. El Ayuntamiento intentaba, según el primer edil, eliminar la imagen de «chabolismo» que estas obras dan al concejo.

Fuentes del Consistorio aseguran que la apertura de expedientes se está llevando a cabo en Bañugues, pero desconocen si se seguirá actuando en otras parroquias a continuación. La construcción de estas edificaciones es una práctica prohibida por la legislación en determinados supuestos. No se permite construir nada (incluido instalaciones desmontables) en la zona de servidumbre de protección (que comprende una franja de 20 metros respecto a la orilla de la mar en zona urbana y de 100 en la rural).

Solo las propiedades anteriores a la Ley de Costas pueden seguir con un régimen urbanístico equivalente a «fuera de ordenación», lo que conlleva que tampoco se «pueda hacer reformas importantes, como ampliar el volumen de la casa, anexionar un garaje o construir un bajocubierta». Las obras quedan limitadas a «pequeñas reparaciones que exigieren la higiene, el ornato y conservación del inmueble», clarifica dicha Ley de Costas. El texto también obliga a los propietarios a inscribir estos bienes, «con el fin de establecer una concordancia entre la realidad física de la costa y el Registro de la Propiedad».