UNA VERBENA DE FAI 100 AÑOS

Fumañeda recupera las fiestas sacramentales

de Santolaya de Nembro recreando las tradiciones

02/07/2022 / El Espigón

LORENA VENTURA (Nembro)

Tras décadas en el olvido, la Asociación Cultural Fumañeda recupera este año las tradicionales fiestas sacramentales Santolaya de Nembro. Serán como de costumbre, el tercer fin de semana de agosto. Concretamente el día 20 cuando habrá «Una verbena de fai 100 años», como así han llamado al evento.

Las fiestas dejaron de celebrarse a finales de los 80. Las últimas ediciones se hicieron en el prado que hay enfrente del restaurante La Pradera. Tiempo atrás se realizaban en el entorno de la iglesia e incluso en la parte que linda con Luanco, a la altura del actual polígono de Rassé. En esta ocasión serán donde originalmente, en las inmediaciones a la iglesia de Santa Eulalia de Nembro.

La idea es «hacerlo tal cual se hacía en los años 20 del siglo XX». De ahí que la veintena de personas, que forman parte de la organización, van a vestirse de época y hacer una reproducción lo más fiel posible del pasado. «Nos basamos en lo que nos contaron los mayores del pueblo y en la prensa de entonces. Los periódicos destacaban las fiestas como una de las romerías más populares del concejo. En ella se reunía un grupo grande del veraneo de aquel tiempo», rememora Érika Álvarez Viña, presidenta de la asociación. También va a haber guiños al pasado en la barraca porque habrá sidra, pero también «media y media». «Estaba muy de moda en esa época, mitad vaso con Casera y mitad con vino», indica Álvarez.

Además, se despacharán «los perdones», que no son otra cosa que dulces que «regalaban los mozos a sus novias tras estar de juerga toda la noche en la romería». Era algo típico al igual que las avellanas, las marañuelas y los piononos.

Para el baile, se podrá disfrutar de dos tipos de música, «una la que llamaban del país (gaita y tambor)». En este sentido, va a actuar el grupo de música tradicional asturiana que se llama L’Andecha Turcipié.

Y Fumañeda quiere reproducir los sonidos de la pianola. «Las crónicas en la época hacen hincapié en diferenciar que los aldeanos bailaban la música del país y la burguesía la de la pianola, una especie de gramola», apuntan desde la entidad organizadora. También habrá juegos tradicionales para los niños.

Otra idea que está cobrando forma es lograr que un fotógrafo o alguien que figure serlo haga fotografías vintage con una cámara antigua. «En todas las casas hay la típica foto de la familia sentados en el prado de la fiesta», indica Álvarez, quien recuerda que por la parroquia solía acudir el mismo fotógrafo, Ángel «de Viesques».

Recuperar las fiestas sacramentales no tiene mayor pretensión que «ilusionar a los de casa», así que por el momento no es intención de que sea un evento multitudinario. «Nuestra base siempre es el pueblo, que los vecinos conozcan cómo se divertían sus antepasados. Será algo familiar. Con que la gente de Santaolaya se anime y pase un buen rato, para nosotros chapó», explica la presidenta de Fumañeda, aunque ya piensa en que «si el año que viene vemos que este prestó y lo pasamos bien, a lo mejor intentamos acoplar lo del domingo».