Descarga la portada en .pdf >> Número 212. Enero 2023

La joven, en la Universidad Isabel I de Castilla. (U. I. I. de C.)

LA EXCELENCIA Y EL TESÓN CANDASÍN DESLUMBRAN A DOS UNIVERSIDADES

Lucía Rodríguez recibe el Premio Extraordinario de Doctorado en Psicología en Oviedo e imparte un máster en Burgos

05/01/2023 / Carreño 2023

NADIA HEVIA (Candás)

La afición por observar a la gente y divagar acerca de qué estarían pensado las personas cuando aún era solo una adolescente, le ha servido a Lucía Rodríguez Málaga para obtener el Premio Extraordinario de Doctorado en la rama de Psicología, carrera que finalizó en la Universidad de Oviedo en 2014. Desde entonces, la candasina no ha parado de formarse. Un esfuerzo que le ha llevado también a dirigir el «Máster en neurociencia y educación», que imparte en la Universidad Isabel I de Castilla, con sede en Burgos.

Llegar hasta aquí, reconoce Rodríguez, no ha sido fácil, teniendo que luchar contra la propia dureza de los estudios y con otras cuestiones personales cuando la joven se encontraba inmersa en el «Máster de formación del profesorado», primero, y en el Doctorado en educación y psicología, después. Precisamente, la directora de este último «era muy dura y tampoco me lo puso muy fácil».

Sin embargo, no tiró la toalla y disfrutó de un proceso que aplicó en varios colegios privados y concertados de Asturias y que consistía en «enseñar autorregulación en el proceso de escritura en el alumnado de Primaria».

Para realizar el Doctorado, de carácter internacional, la candasina obtuvo una beca de promoción nacional, equivalente a un contrato de trabajo, que también le permitió una estancia de cinco meses en Alemania y participar en congresos en varias ciudades europeas.

El reconocimiento a su trabajo, consistente en el pago de las tasas de expedición del título, un diploma y una insignia que le serán entregados el 28 de enero en la Universidad de Oviedo, le llega en un momento «pletórico» tras asumir en setiembre la dirección del máster. La joven aún no se cree que «por fin, me estén llegando las cosas, después del agotamiento de la tesis». Para la psicóloga, este contrato indefinido es «una gran oportunidad y un chute de autoestima». Rodríguez considera que haber conseguido este puesto se debe «a que me impliqué muchísimo, trabajé todo el verano y colaboré mucho con la universidad», de la que le gusta «su juventud, su forma de trabajar y el buen ambiente que hay», pero, por encima de todo, «su apuesta por la investigación y por sacar cosas adelante. Se trabaja mucho, pero a gusto», dice.

Independiente desde los 23 años, solo recuerda como mala experiencia el tiempo en el que tuvo que vivir sola en León mientras cursaba el máster. Pero «una vez que viajas al extranjero, ya no quieres volver a casa», dice. Cuando regresa a la tierra se queda en Oviedo, en el piso de su pareja al que conoció el primer año de Doctorado. De eso hace ya siete años «y cinco en la distancia». Él está en Holanda, aunque se trasladará a Madrid por temas laborales y, ella reside en Burgos.