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Plano que marca el destino de los chalés actuales. (SERPA)

Plano que marca el destino de los chalés actuales. Los coloreados en azul oscuro están marcados como protegidos, los rojos quedarían «fuera de ordenación» y el resto (los coloreados de amarillo) no están catalogados por lo que el PERI valora «tanto su mantenimiento como incluso su demolición». (SERPA)

El PERI de Perlora dobla la edificabilidad y fija bloques de varias alturas en tres manzanas

La zona residencial estaría lejos de la costa, al lado de la vías del tren

12/05/2023 / Carreño

LORENA VENTURA (Perlora)

El Plan Especial de Reforma Interior de la Ciudad de Vacaciones de Perlora duplica la edificabilidad en el recinto con el derribo de chalés y la aparición de bloques de tres plantas para uso residencial en la zona sur (manzanas F y P), al lado de las vías del tren. «Su mayor lejanía de la costa admite una densidad algo superior», justifican los técnicos. Estas viviendas tratan de acabar con el «monocultivo turístico que podría generar problemas de estacionalización».

¿Para quién serían? El documento señala el alojamiento de determinados colectivos (investigadores, estudiantes, etcétera), la implantación de alojamientos colaborativos tipo cohousing (adquirir un piso a través de una cooperativa) y/o residencias para mayores.

Maximizar la construcción es una de las principales novedades en cuanto a la reordenación de los espacios que ya refleja Serpa (Sociedad de Servicios del Principado de Asturias), empresa consultora que firma, junto con la Consejería de Hacienda, el documento previo para la participación ciudadana y que fue entregado en el Ayuntamiento de Carreño el 27 de abril. En este escenario la superficie pasaría de una edificabilidad bruta de 0,08 a 0,20, es decir, se construiría en 48.367 metros cuadrados. Esto supone un salto cuantitativo «reseñable» porque los chalés y resto de inmuebles ocupan ahora 20.235 metros cuadrados en un recinto de 241.835 metros cuadrados.

No obstante, los técnicos subrayan que esta planificación «supone renunciar al agotamiento de la edificabilidad lucrativa asignada por el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU)», ya que representa «un 80% de la edificabilidad máxima fijada». Y recuerdan que las normas subsidiarias de 1996 triplicaban la superficie máxima edificable hasta los 60.459 metros cuadrados.

Los redactores admiten que conciliar una mayor construcción y preservar el precepto de ciudad-jardín «no resulta sencillo» porque «no parece fácil agotar dicha edificabilidad sin incidir en el modelo urbanístico, ya sea mediante la colmatación en planta, con la consiguiente incidencia entre la relación entre espacio libre y espacio construido, mediante el incremento de las alturas o con una combinación de ambos mecanismos».

ELIMINACIÓN DEL CAMPO DEL VICTORIA

Para construir más será necesario eliminar el actual campo de fútbol del Victoria de Perlora porque es la manzana más apetitosa del recinto (K), más de cinco hectáreas en un lugar privilegiado para su explotación turística. De ahí que se requiera, «liberar el espacio para la construcción de nuevas villas y edificios comunes», cita el documento. En esta manzana se permiten bloques de tres alturas.

¿Qué pasará con la instalación deportiva? En principio, la idea es crear un nuevo campo de juego a la manzana L, entre la plaza Asturias y la plaza Pelayo (donde ahora está el parque infantil), que está reservada para «cualquier» tipo de equipamiento, aunque «tendrá un uso preferente deportivo». «La intención es reproducir aquí las distintas instalaciones deportivas existentes o construir otras diferentes en función de las necesidades de los vecinos», señala la documentación.

Se plantean actividades deportivas «al aire libre», pero «no se descarta la construcción de un polideportivo». En este contexto, el actual comedor modular, podría ser auxiliar al uso deportivo y acoger «vestuarios o gimnasios».

Mapa que señala las manzanas con los diferentes usos. (SERPA)

Zona reservada para equipamientos. (SERPA)

La zona azul, donde ahora se ubica el parque infantil, está reservada para «cualquier» tipo de equipamiento, aunque «tendrá un uso preferente deportivo». (SERPA)

Las manzanas I, J y N, en primera línea de costa, sería para «construcciones de nueva planta con una escala similar a las actuales», cuya implantación debería «propiciar las vistas al mar». Las manzanas A y B, las que están a la entrada, es «una buena ubicación para oficinas», ya sean de un «organismo dependiente del Principado o la sede de cualquier empresa privada».

DEMOLICIÓN POSIBLE DE MÁS DE 200 CHALÉS

El PERI sólo se compromete a conservar una treintena de chalés de total de 273 que cifró el anterior plan. La mayoría están a la entrada del recinto, concretamente en la manzana formada por las calles Oviedo, Langreo y Gijón. Sobre plano están coloreados de azul oscuro y marcados como protegidos, con lo que está asegurada en principio su conservación. Además, adquiere esta consideración el Comedor Asturias, la iglesia, el Bar La Cabaña y Villa Homes, todos dentro del catálogo urbanístico de Carreño. Otros 20 chalés y el pabellón quedan «fuera de ordenación» (sobre mapa, los de color rojo), es decir, se propone su derribo directo. Varios por estar afectados por Costas, tres por el límite de edificación del tren y trece para dedicar la zona a equipamientos deportivos.

La incertidumbre se cierne sobre el resto de chalés (los coloreados de amarillo). «No están catalogados y, por tanto, carentes, a priori, de protección. El PERI valoraría tanto su mantenimiento como incluso su demolición», dice la memoria. En este sentido solo se destaca por su «interés arquitectónico» el antiguo edificio de recepción de la plaza Asturias y la escuela-taller de la plaza Pelayo, a los que se atribuye un nivel A. El resto, «se podría autorizar su demolición cuando se justifique la inviabilidad económica, técnica o funcional de su rehabilitación conforme a lo dispuesto en el proyecto de explotación».