03/06/2023 / Gozón

LORENA VENTURA (Luanco)

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Cruz Roja «Reacciona» es el proyecto que se ha puesto en marcha a raíz de los efectos de la guerra de Ucrania y de la inflación. El objetivo es dar una respuesta «más inmediata» a las situaciones de vulnerabilidad por la fuerte subida de los precios. Además de ayudar a cubrir las necesidades de alimentación y de vivienda, hay una línea para hacer frente a la pobreza energética, que no se limita a dar dinero.

 

En este aspecto, la entidad imparte primero unos talleres prácticos. En ellos, se hace entrega de unos kits de ahorro energético con, entre otros, bombillas de bajo consumo o regletas. Una herramienta informática genera informes personalizados, después de meter los datos de la factura eléctrica, con recomendaciones para economizar. Recoge aspectos como la temperatura óptima del frigorífico. Este programa incluye formularios para solicitar el bono social de forma rápida y fácil.

 

La iniciativa, que se comparte con Carreño y Avilés, está siendo todo un éxito porque ya «hay gente que está pagando de recibo de la luz entre diez y doce euros» y venía con facturas de «más de 200». Esto supone una liberación. El dinero ahorrado sirve para lo fundamental, es decir, comprar comida.

 

Cruz Roja, dentro de la atención urgente a las necesidades básicas, reparte «más de 40 vales» para utilizar en supermercados. A mayores, Fundación Alimerka aportó el año pasado diez vales más de 50 euros. Otras empresas donan productos de todo tipo.

 

La Asamblea Local de Cruz Roja de Gozón refleja que se ha superado en cierta medida los efectos de la pandemia, pero sigue en plena actividad para ayudar a los vulnerables. La memoria de 2022 recoge que atendió a 295 personas de manera directa, unos 800 en total teniendo en cuenta al resto de la familia de los peticionarios. Este número se aleja de la época covid, cuando los vecinos atendidos fueron 934.

 

Rubén Castro Meana, técnico en Gozón, explica que «el perfil del demandante es el de una persona que tenía un situación normalizada, pero que, a raíz de perder el trabajo, necesita ayuda». No obstante, Cruz Roja también abarca a trabajadores que no llegan a final de mes porque «hay mucho empleo precario o están contratados a jornadas reducidas». En este caso, sí entran dentro de los baremos económicos que baraja la entidad.

 

Cruz Roja focaliza sus esfuerzos en el área de inclusión social, en el que fueron asesorados 208 vecinos el año pasado. En este ámbito 41 personas recibieron orientación y acompañamiento laboral, incluyendo talleres y cursos. También les pusieron en contacto con empresas. «Aproximadamente la mitad, 20, encontró empleo», indica Castro.

 

Por otro lado, se facilitaron los trámites a tres familias ucranianas refugiadas. «Siguen aquí en Gozón y, en una de ellas, ya hay dos personas trabajando», anota el técnico.

 

Otro cometido es velar por el bienestar de los mayores con la ayuda a domicilio complementaria y la teleasistencia en colaboración con la oficina autonómica. En el área de salud, 81 vecinos participaron en programas como el de tomar biomedidas. Además, hay talleres de ejercicio físico, de estimulación cognitiva y de bailoterapia.