En este plan, el Ayuntamiento de Gozón actuaría como «correa de transmisión» para facilitar al Principado un listado de inmuebles susceptibles de reconvertirse en viviendas protegidas. Entre ellos, Fidalgo apunta a edificios pertenecientes al banco malo o aquellos que «pertenezcan a constructoras» y cuyo proyecto inmobiliario «haya sido abandonado». Tampoco se descartan «las casas de los antiguos maestros».

«Realizaremos un sondeo para ver qué viviendas cumplen los criterios», ya que la Consejería «dejó claro que lo que quiere es rehabilitar lo que ya está construido». Una vez detectados los inmuebles que puedan albergar viviendas protegidas, «el Principado los adquiriría» para desarrollar un plan que se prevé «a medio plazo». La intención de ambas administraciones es que pueda ponerse en marcha en la presente legislatura.

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A priori, Fidalgo asegura que «no hay ninguna estimación» acerca de los edificios disponibles. El trabajo se centrará en consultas a diversas fuentes como el Catastro para definir un mapa de los edificios que pertenecen al denominado «banco malo» (fondo para la reestructuración de los activos financieros «tóxicos»), aquellos desarrollos urbanísticos que hayan podido quedar abandonados o edificaciones de titularidad pública.

El edil apunta que tampoco se descarta el uso de terrenos sin desarrollar para la construcción de pisos con algún tipo de protección, si bien, insiste, no es la prioridad.